Dr. (c) Claudio Moraga Bustamante, investigador Centro Regional Fundación CEQUA
Predecir científicamente los efectos del cambio climático en ecosistemas marinos implica entender los efectos sobre especies clave. La ballena jorobada, el lobo marino común, el pingüino de Magallanes, la centolla, la sardina fueguina, el langostino de los canales, y los bosques de macroalgas pueden ser consideradas especies clave por las interacciones entre sus abundancias, sus biomasas y su función en el ecosistema del Área Marina Protegida Francisco Coloane. Básicamente la red trófica funciona así, las especies de mayor envergadura se alimentan en gran medida de las más diminutas y numerosas, y otras generan condiciones de hábitat permitiendo a otras especies vivir.
Aunque en estas interacciones hay más especies, se podría decir que las ya mencionadas son las más importantes, las clave. Una pregunta vital para identificar especies clave, es usar nuestro conocimiento actual para preguntarnos ¿qué pasaría si alguna de estas especies no estuviera en el ecosistema? Por ejemplo ¿qué pasaría si especies tan pequeñas y abundantes como la sardina fueguina y el langostino de los canales se extinguieran localmente? Como consecuencia, todas las especies que las consumen tendrían que buscar otra zona con recursos para alimentarse o comenzarían a extinguirse ¿Se imagina el lector la desaparición de la ballena jorobada, o el pingüino de Magallanes?
Con el cambio climático actual y futuro, estas preguntas dejan de ser meros ejemplos para transformarse en realidades a contestar en un mundo en que debemos adaptarnos. Sin ir más lejos, en un reciente artículo científico de Tittensor y colegas (2021) en la revista “Nature Climate Change”, con sofisticadas proyecciones climáticas avizoran un mayor riesgo para los ecosistemas marinos. Ellos prevén cambios en la biomasa, pero insisten en la necesidad de tener certezas de los efectos del cambio climático, lo que significa entender -por ejemplo- 1) si efectivamente el cambio climático afectará a especies clave, y 2) ¿cómo éste afectará especies claves del ecosistema marino?
Una manera de entender estos efectos es usar altos conocimientos con alta tecnología (i.e., de frontera) en organismos que sean sensibles al cambio climático. La tecnología molecular nos permite entender efectos sobre las células a nivel nuclear y mitocondrial, lo que combinado con la especie adecuada puede ayudar a predecir efectos de cambio climático de manera muy detallada. Un ejemplo de estas especies adecuadas son los microorganismos que habitan en una especie huésped, como los microorganismos que viven en la piel, siendo éstos los que primero serán afectados por cambios ambientales atribuibles al calentamiento global en el marco del cambio climático.
El proyecto Microbioma que la Fundación CEQUA está desarrollando, apunta a las especies clave del Área Marina Protegida Francisco Coloane y por extensión al Estrecho de Magallanes. Con estudios moleculares se pretende no solo investigar sobre el microbioma de los microorganismos que habita la capa exterior (i.e., la piel) de las especies clave, sino que, con ello, conocer las respuestas de la microbiota al estímulo o cambio externo y las respuestas de las especies clave. Esta investigación que posiciona a Fundación CEQUA en el contexto regional, nacional e internacional, permitirá entender los efectos del cambio climático en los microorganismos y sus especies huésped. Finalmente decanta todo, contestamos las preguntas científicas y ganamos en certezas para predecir posibles efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos de la región.