MSc. Katherine Gaete Beltrán, investigadora Centro Regional Fundación CEQUA
La Antártica es considerada un laboratorio natural de investigación debido a sus características climáticas extremas, a su geografía y a su flora y fauna, siendo además considerado uno de los lugares más prístinos del mundo. Dada la importancia de la investigación científica en este territorio, en las costas Antárticas existen bases científicas de distintos países, cuya visión se enmarca en la cooperación, la paz y la ciencia.
En las últimas décadas del siglo XX la Península Antártica comenzó a tener gran relevancia en las ciencias atmosféricas, dado los impactos de calentamiento global ocasionado principalmente por el incremento de los gases de efecto invernadero, siendo una de las regiones del mundo más afectadas por el aumento de la temperatura.
La Isla Rey Jorge forma parte de las Islas Shetland del Sur, las cuales se localizan al noroeste de la Península Antártica. Es la isla que concentra la mayor cantidad de bases en la Antártica, las que pertenecen a diferentes países: Chile, Argentina, Brasil, Perú, Uruguay, China, Corea del Sur, Polonia y Rusia. En la base chilena Presidente Eduardo Frei Montalva se encuentran las instalaciones del Centro Meteorológico Antártico, el que depende de la Dirección Meteorológica de Chile. Las instalaciones de este centro permiten registrar variables tales como: temperatura, humedad, precipitación, dirección e intensidad del viento, presión y nubosidad. Estos datos meteorológicos contienen una importante información para el estudio del calentamiento global en la región.
Los resultados de investigaciones sugieren que la Península Antártica es una de las regiones del mundo más afectadas por el calentamiento global, siendo evidente el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación. Por ejemplo, en las últimas décadas, los registros evidencian un número considerable de días al año con precipitaciones en forma de lluvia, la que al caer sobre superficies de nieve y hielo genera que éstos se derritan, lo que trae como consecuencia adelgazamiento y pérdida de espesor.
Las proyecciones del clima generadas por modelos desarrollados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático sugieren un significativo calentamiento en las zonas polares. De acuerdo a los resultados de los modelos en las latitudes polares del hemisferio sur, en particular en las zonas costeras del continente, un aumento en la temperatura debiera inducir a un aumento en la humedad, la nubosidad y la precipitación. Junto a estos cambios atmosféricos se esperan que ocurran cambios en los otros elementos del clima como son el retroceso de glaciares, formación y extensión del hielo marino, desintegración de las plataformas submarinas de hielo. Para la zona polar sur, los estudios relacionados al calentamiento global se encuentran limitados por la escasez de datos instrumentales, dado que la gran mayoría de las estaciones meteorológicas comenzaron a operar después de los años cincuenta.
Es de gran importancia que se continúen realizando investigaciones que permitan evidenciar el incremento de temperatura atmosférica y oceánica en la Península Antártica, las cuales puedan reflejar sus respectivas consecuencias en los años venideros, a modo de tomar conciencia y concentrar esfuerzos en reducir los impactos que tiene el calentamiento global, y el consecuente cambio climático, en el vasto territorio Antártico y su efecto en las zonas Subantárticas.
El Centro Regional Fundación CEQUA aporta directamente en esta área de investigación a través de su Laboratorio de Oceanografía y Climatología, el que tiene por objetivo desarrollar investigación tendiente a generar conocimiento acerca de los procesos océano-atmósfera asociados al cambio climático y su impacto en los sistemas biológicos.